El hombre siempre ha sido dominante, en la antiguedad todas las guerras fueron por poseer más tierras. Cuando un grupo es más fuerte que los otros, siempre tratará de imponerse. Hoy en día eso mismo no falta, llámense guerras o competencias de cualquier índole, incluso deportivas. Es la imposición del más fuerte, el más fuerte gana el oro, gana el reconocimiento, y los plebeyos le rinden pleistesía hasta que otro más fuerte lo vence.
En el fondo no es discriminación, es la dominación del débil por el fuerte. Es el decir "yo soy superior a tí y por eso te sobajo y me tienes que rendir pleistesía porque yo así lo quiero".
El fuerte domina al débil, por eso el hombre discrimina a la mujer en labores que culturalmente siempre han sido manejados por hombres.
Hace muchos siglos el hombre sajón dominó muchas tierras, entre ellas las africanas, siendo superiores en tecnología se les hizo fácil dominar a la raza negra y otras razas diferentes a la suya y que usó como fuerza de trabajo durante varios siglos. Esa cultura de esclavitud y dominio ha subsistido hasta nuestros días, por eso aún se ve lo que nosotros llamamos ahora discriminación.